Me había propuesto ya definitivamente, no hacer más casas ni escenas, y eso que tengo una librería empezada hace meses.
Me resulta mucho más divertido hacer cositas pequeñas y de fantasía, que caben en cualquier sitio.
Pero, mi hijo me regaló para Navidad este precioso kit, completamente desmontado, pero que conste que estoy muy felíz con el regalo.
Y mi marido va y me regala este otro kit
Me ví desbordada por el tamaño de la caja y las piezas, así que en contra de mi costumbre, empecé por montar el mobiliario, que es super pequeño.
Debo reconocer que estoy deseando comer para subir a la buhardilla, y seguir montando piezas.
Es adictivo
Y yo, con anterioridad a todo esto, había hecho esta otra casita navideña,